Votaron a favor 176 parlamentarios, 76 en contra y dos abstenciones, más 46 de diversos partidos que decidieron ausentarse durante la votación. Los partidos Nueva Democracia -impulsor de la ley con el primer ministro Kyriakos Mitsotakis a la cabeza-, Syriza, Pasok, Nueva Izquierda (todos ellos con votos en contra en su seno) y Rumbo a la libertad han votado a favor. Los tres partidos de extrema derecha y el Partido Comunista (KKE, ex prosoviético) han votado en contra.
El primer ministro Mitsotakis tuvo que defender que “es algo que nuestra Constitución prevé, y que nuestra sociedad exige, para que las personas que nos rodean y que hasta ahora eran invisibles puedan volverse visibles”. Y que “pondrá fin a la desigualdad y protegerá los derechos de los niños”. Y proclamó públicamente en su propio perfil de la red social X (antes Twitter) que “Grecia se convierte hoy en el decimosexto país de la UE que legisla sobre la igualdad matrimonial. Estamos orgullosos porque la Ley que hemos aprobado es un hito para los derechos humanos y refleja la Grecia de hoy: un país progresista, democrático y comprometido con los valores europeos”.
Los tres partidos ultraderechistas y el KKE coincidieron en utilizar el argumento de la defensa del interés de la infancia para oponerse. Vasilios Estigas, portavoz de la formación Espartanos -heredera de los neonazis de Amanecer Dorado-, declaró: “Si se aprueba este enfermizo proyecto de ley, las puertas del infierno y de la perversión se abrirán también para Grecia”. Curiosamente el partido heredero del neonazi Amanecer Dorado se llama Espartanos, cuando en la Grecia Antigua los espartanos permitían la homosexualidad porque fortalecía el vínculo entre los ciudadanos-soldado y se beneficiaba el Estado.
El partido comunista ex prosoviético (KKE) votó en contra con el argumento de la defensa del interés de la infancia. Para Dimitris Kutsubas, secretario general del partido, tanto ser homosexual como “la convivencia de dos personas adultas” son cuestiones “individuales”; por el contrario, lo relativo a los niños “concierne a la sociedad y va más allá del deseo individual de los adultos”.
Una larga lucha en el mundo
La situación en el planeta Tierra es todavía la del inicio del camino. Sin ir más lejos, en Europa, de los países anteriormente bajo el dominio de la superpotencia soviética y ahora dentro de la Unión Europea, sólo Eslovenia (2022) y Estonia (2023) han dado el paso. Junto a los increíblemente atrasados Italia y Chipre, aún hay 8 países exsoviéticos (Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Hungría, Letonia, Lituania, Polonia y República Checa) sin aceptar el matrimonio homosexual.
En el resto del mundo, Canadá (2005) ha sido pionera en América. A la que siguieron Argentina (2010), Brasil y Uruguay (2013); Colombia (2016); México y Ecuador (2019); Costa Rica (2020), y en 2022 se unieron Chile y Cuba. Estados Unidos -la llamada democracia por antonomasia- no lo hizo hasta 2015 junto con Puerto Rico, estado asociado no independiente. En África la pionera y única Sudáfrica (2005), país que también ha legalizado la adopción homoparental. En Asia, solamente Taiwán (2019) y Nepal (2023). Y en Oceanía, Nueva Zelanda (2013) y Australia (2017).
España, un pueblo muy avanzado
Nuestra querida España es atacada con variadas leyendas negras. Una es que nuestro diverso y rico pueblo es atrasado. Sin embargo, somos uno de los pueblos -social y culturalmente- más avanzados del mundo, históricamente, y largamente demostrado en los hechos. Una vez más se manifestó en la legalización de los matrimonios homosexuales en igualdad de derechos con los heterosexuales.
Los primeros países europeos fueron Países Bajos (2000), Bélgica (2003) y España fue la tercera (2005). El resto tardaron algunos, o muchos, años: desde Noruega y Suecia (2009), pasando por Portugal (2010), Dinamarca (2012), Reino Unido (2013), Luxemburgo (2014); Irlanda y Finlandia (2015), Malta y Alemania (2017), Austria (2019), hasta Suiza (2021) y Andorra (2023).