Opinión

Hablemos de colores políticos

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Desde hace unos años he podido apreciar que se ha vuelto a poner de moda el asociar a los españoles con un color, dependiendo de la opción política a la que voten. Parece que si alguien escoge un partido político ya hay que fundirle en el espectro cromático con el que se representa a dicha opción.

Se ha retomado algo que a mi parecer ya estaba en desuso, algo que escuchaba de pequeño, en esas reuniones de taberna de gente muy mayor, aquello de: “fachas y comunistas” aquello de: “rojos y azules”. Reconozco que pensaba ya superado ese capítulo oscuro de nuestra historia, pero veo que no es así.

El problema no es el sentirse ideológicamente mejor representado por una u otra opción, el problema creo que está en ser crítico con todos los partidos políticos excepto con el que cada uno ha votado. Sinceramente pienso que la política no debería ser algo pasional, sino algo pragmático.

No por pertenecer a un determinado estatus social, gremio, escalafón, etc… hay que votar obligatoriamente a una opción predeterminada. Para mí, lo coherente es votar a quien objetivamente mejor te represente en cada momento, no hay porque votar siempre al mismo o a los que dicen representar a sólo un sector de la sociedad.

Rojos, Azules, Verdes, Naranjas, Morados, etc… son colores que se usan en tono despectivo, poca es la gente que se autodefine con uno de estos adjetivos, siempre son los de otro color los que intentan atacar diciéndote si tu eres tal o cual color.

La política y nuestro voto define tanto la situación de nuestro país, que creo que es obsceno votar por moda, por lo que otros dicen sin saber si realmente esa opción ha dicho o ha dejado de decir semejante cosa por la que se le critica o alaba.

La solución está en leer, pero esa es una tarea complicada en estos tiempos, a no ser que sea en redes sociales sin contraste alguno.

Lo importante de verdad es que los que estén en cada momento en el gobierno, ya sea municipal, autonómico o nacional, gestionen lo mejor posible los recursos de los que disponemos.

Dejémonos de encasillarnos y encasillar a todo “cristo” y disfrutemos de nuestro país, cultura, tradiciones, clima, gastronomía y de todo aquello que nos hace tan distintos y admirados por el resto del planeta.

Os aseguro que somos unos afortunados y los que han viajado un poco podrán corroborar estas palabras.

Paco Bastante Gómez / Fuenlabrada

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