Opinión

Ficha Limpia: La revolución anticorrupción que desafía al status quo argentino

En un país históricamente marcado por su alto incide corrupción, una de las esperanzas de los argentinos para impulsar algo de transparencia política recae indudablemente en propuestas como el de Ficha Limpia, un prometedor proyecto que fue sistemáticamente trabado por el kirchnerismo en el congreso y que ahora podría empezar a resurgir en todo el país.

Ficha Limpia | Imagen: Demo Amlat
Ficha Limpia | Imagen: Demo Amlat

Ficha Limpia es una iniciativa impulsada entre otros por Gastón Ignacio Marra que ya juntó más de 438.000 firmas por medio de la plataforma change.org para impedir que las personas condenadas por delitos de corrupción puedan ser candidatas a cargos públicos o partidarios en Argentina. Esta propuesta ya fue aprobada en seis provincias Chubut, Mendoza, Salta, Jujuy, San Juan y Santa Fe, además tiene varios proyectos presentados en el Congreso Nacional.

La petición, impulsada por Marra, solicita a los legisladores la inclusión de requisitos en materia electoral y de partidos políticos, impidiendo que las personas que tengan condena penal por delitos dolosos graves puedan ser candidatos a cargos de elección popular. Agregando que esta inhabilitación temporal se debería mantener vigente hasta la revocación de la condena o el cumplimiento de la pena.

La importancia de este proyecto radica en su aporte para fortalecer la transparencia, la ética y la calidad de la representación política, así como recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones democráticas, algo que Argentina requiere urgentemente si quiere generar un verdadero cambio social y político. Además, el espíritu de la propuesta se alinea con los principios de la Convención Interamericana contra la Corrupción y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, de las cuales Argentina es parte.

Sin embargo, el proyecto de Ficha Limpia aún tiene que resolver grandes desafíos como la falta de consenso entre los distintos bloques políticos, la posible inconstitucionalidad de algunas de sus disposiciones, y el riesgo de que se convierta en una herramienta de persecución o estigmatización de ciertos sectores, argumento esgrimido por el sector más cercano del kirchnerismo, hoy salpicado por una innumerable cantidad de condenas y denuncias por corrupción.

Por otro lado, tenemos ejemplos como el caso de la provincia de Corrientes que no cuenta con ley de Ficha Limpia ni representantes de la Coalición Cívica ARI en el legislativo provincial (uno de los principales espacios políticos impulsores del proyecto), pero en cambio fue aprobada vía ordenanza en la ciudad capital, la más importante en materia económica y cantidad de habitantes.   

En conclusión, el proyecto de Ficha Limpia se presenta como un faro de esperanza en el horizonte político argentino, buscando disipar las sombras de la corrupción arraigada. En este sentido la propuesta de Marra no solo representa un clamor ciudadano por mayor transparencia y ética, sino que también se alinea con estándares internacionales anticorrupción, marcando un compromiso con la Convención Interamericana y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción, pero sobre todo implica un compromiso con la ciudadanía. Su potencial para fortalecer la calidad de la representación política y restaurar la confianza ciudadana en las instituciones democráticas es innegable.

En 2024 el debate sobre este tipo de proyectos es y será un tema de gran relevancia para el futuro de la democracia y el combate a la corrupción en la Argentina, que requiere de un análisis profundo y una participación amplia y plural de todos los actores involucrados.

Nelson Damian Cabral / Escritor / Asesor en Comunicación Política / Buenos Aires - Argentina 

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