El detenido contaba con hasta 50 detenciones y estaba requerido por seis juzgados de diferentes puntos del país. Disponía de una extensa red de vínculos familiares en un entorno cerrado, de difícil acceso policial.
La investigación para su localización comenzó hace unas semanas cuando los agentes sospecharon de su presencia en una vivienda pero observaron que no salía en ningún momento al exterior.
Los investigadores iniciaron vigilancias para ver si en algún momento se asomaba a alguna ventana o balcón y conseguían probar que estuviese allí. Finalmente se le vio asomándose a una de las ventanas del piso.
Los agentes solicitaron un mandamiento de entrada y apoyo de Unidades de Intervención Policial debido a la elevada conflictividad de la zona. Una vez en el interior de la vivienda se encontraron al hombre oculto en la habitación de la niña, bajo una cama y cubierto por mantas.
Además en el piso localizaron una habitación acondicionada para cultivo de marihuana, con maquinaria y aislamiento térmico, mientras que el fugitivo explicó que ya había vendido todo para mantenerse.
