La anciana se levantó de su ataúd en la funeraria preguntándose dónde estaba, en su localidad natal de Gelsenkirchen. La policía alemana investiga ahora una posible negligencia médica.
28/03/2015 | Ulises Arce | Fn
Sucedió el pasado lunes. Un enfermero del hospital examinó a la anciana en su domicilio, certificando después su muerte a las 16:00 horas tras comprobar que ya no respiraba y habiendo sido ya dada por muerta por los médicos.
Tras estas gestiones rutinarias se llevaron el presunto cadáver a una funeraria local llamada Munstermann. Fue en ese lugar donde un trabajador abrió el ataúd y descubrió que la mujer se encontraba en su interior con los ojos abiertos. La anciana se levantó y le preguntó simplemente: "¿dónde estoy?", lo que provocó que el hombre se desmayase ante esta escena inusual. De inmediato, el director llamó a una ambulancia para que atendiera a la mujer. Esta fue trasladada al hospital de la zona y se avisó a la familia para comunicarles que la señora seguía viva.
Eugen Byrch, portavoz del Patronato de la Fundación Alemana para la protección del paciente, afirmó que esta situación es "terrible e inexplicable". "Es evidente que el médico no hizo una investigación adecuada. La idea de ser enterrado vivo es revolver los miedos primarios de las personas", ha declarado en una reunión esta semana.
Como es obvio, la mujer no había fallecido y la policía de Gelsenkirchen ha abierto una investigación para aclarar si se cometieron errores en el proceso de certificación de su muerte o si se trata de una negligencia médica.
