La inversión en tecnología industrial nos acerca a una nueva revolución industrial

El mundo está en un cambio constante desde el inicio de los tiempos. Desde el surgimiento de la primera Revolución industrial en Gran Bretaña; pasando por la creación de la bombilla incandescente en 1879 por Thomas Edison; la patentación de Karl Benz del primer modelo de vehículo entre 1885 y 1886; y finalmente con la fundación de Apple por Steve Jobs a mediados de los años 70 que inició el cambio tecnológico de hoy en día. Todo ha sido evolución.

La globalización imperante de la actualidad no hubiera sido posible sin estos periodos de crecimiento y conocimiento industriales, económicos y también políticos. Es decir, el mundo no sería lo que es, si la industria no hubiera atravesado determinadas líneas históricas que, efectivamente, consiguió superar. Todo ello sin dejar de lado los derechos laborales (inexistentes al principio), y fundamentados durante momentos importantísimos en la historia de la humanidad. Como en el caso de la Revolución Francesa, que brindó los primeros estándares sobre Derechos Humanos en el mundo y, con éstos, los derechos laborales.

La revolución tecnológica de las empresas

En la actualidad, los cambios en las industrias son un tema candente otra vez. El motivo es simple, se encuentran experimentando el mayor cambio de la industria en más de 100 años; y lo hace de la mano de la tecnología.

Los empleos tradicionales se han ido evaporando en muchos países con la globalización y, por si fuera poco, la deslocalización está apostando a la supresión de parte del capital humano. Asimismo, la automatización emanada de la maquinaria, amenaza con reemplazar a más trabajadores en el futuro. Se trata de un entorno en plena metamorfosis.

Por eso, no es de extrañar que las fábricas estén apostando cada vez más a la mejoría de su maquinaria. Los fabricantes que mejor optimicen su producción a través de la inversión en tecnología industrial, se ponen al frente de este nuevo contexto empresarial.

Inmersos en la nueva revolución industrial

La forma en la que se fabrican los productos no volverá a ser la misma que fue. Los productos que nos gusta comprar, no serán tampoco los mismos; ni lo seremos nosotros como consumidores.

Como bien dijo el profesor Klaus Schwab en su libro ‘La cuarta revolución industrial’, “estamos en medio de una nueva revolución”. La primera revolución industrial se produjo a finales del siglo XVIII en las fábricas europeas; la segunda, a principios del siglo XX, con la construcción de automóviles; y la tercera, después de la Segunda Guerra Mundial, con la creación de los ordenadores y el Internet. Y hoy en día, con la cuarta revolución industrial, es el tiempo de la tecnología industrial.

Los actuales parámetros de fabricación permiten que los productos se realicen más rápido y con mayor calidad, además de complejidad. Esto significa que tienen un valor mayor para los consumidores. Pero también es cierto que, en un mundo en constante y rápido movimiento, las tendencias y gustos suelen variar a la misma velocidad. Por eso es tan importante que las industrias estén en vanguardia en cuanto a maquinaria.

¿Cuál es la mejor inversión en tecnología industrial?

La maquinaria pesada cada vez cobra mayor importancia en los procesos de fabricación en las industrias. Sin embargo, no contar con las últimas tecnologías, ralentizará tu trabajo y condicionará los resultados.

Hoy en día, apostar por tecnología industrial es una inversión que acabará repercutiéndote de forma positiva en tus resultados.

En este sentido, la apuesta por cuchillas industriales cada vez está siendo mayor en las industrias (siderurgia, madera, reciclaje…). Existen numerosos procesos de fabricación que requieren de esta herramienta para un sinfín de tareas. Y empresas como FK Rent te ofrecen las mejores soluciones en este sentido.

Equipar a tu industrial con la tecnología adecuada va a permitirte adaptarte al entorno actual y los procesos de producción contemporáneos. No obstante, no te conformes con ello. Como ves, estamos ante un entorno cambiante en el que puede que otra revolución industrial esté al caer.