Apenas ha pasado una semana de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva, y todavía dura la resaca emocional de uno de los eventos más esperados del año. Una boda por la que muchos no apostaban, pero que terminó por celebrarse por todo lo alto, con la pareja rodeada de sus familiares y amigos en la fiesta que siempre habían soñado.
Los recién casados se encuentran ahora disfrutando de su luna de miel, que comenzó en Sudáfrica y que aparentemente les llevará por los cinco continentes, pero parece que no piensan perder un solo minuto en seguir con su proyecto de vida en común. El siguiente paso, ampliar la familia, algo que ya sabíamos que deseaba la marquesa, pero también confirma su recién estrenado marido en su primera entrevista como hombre casado.
Íñigo Onieva se abre en canal con motivo de su boda con la revista ¡Hola!, donde confiesa sus sentimientos tras todo lo vivido en la ceremonia y los ajetreados meses previos por primera vez. El nuevo marqués de Griñón lo tiene claro: los niños, más temprano que tarde. Eso sí, deja en manos del destino el cuándo.
"Después de habernos casado, lo que nos hace ilusión es tener hijos", confiesa Onieva, que deja el "cuándo" a "cuando Dios nos bendiga con ello". Aún así, el marqués confiesa que "no" es muy niñero, aunque sí se lleva bien con los hijos de su ahora cuñada, Ana Boyer.
