Ingresado en el hospital Ruber Internacional desde el pasado sábado tras contagiarse por segunda vez de covid-19, Mario Vargas Llosa evoluciona favorablemente. Este miércoles trascendía que el premio Nobel está estable y, en una suite y con el constante apoyo de su familia, podría recibir el alta en los próximos días si todo sigue como hasta ahora.
Confirmando estas buenas noticias, su hijo Gonzalo Vargas Llosa ha atendido esta mañana a los micrófonos de Europa Press antes de acudir a la clínica para visitar a su padre y, con una sonrisa de alivio, ha hablado de cómo se encuentra el escritor y ha revelado que Isabel Preysler -con la que rompió su relación el pasado diciembre después de 7 años de amor- no se ha interesado por su salud a pesar de lo preocupantes de las informaciones que se dieron sobre el estado de Mario en un primer momento.
"Está estable felizmente, pero bueno, todavía un poco delicado así que está todavía en el hospital" ha explicado, confesando que tanto la familia como los médicos que le están tratando "somos optimistas y esperamos que dentro de unos días ya le den el alta y pueda regresar a casa".
Aunque todavía desconocen la fecha en la que le veremos salir del hospital, Gonzalo sí ha querido aclarar que aunque su padre está aislado, tanto su madre como sus hermanos "podemos estar en un espacio muy cerquita de donde está él".
"Le podemos ver y a través de una ventana podemos tener contacto con él. Estamos toda la familia y nos estamos turnando para que siempre haya alguien con él" asegura, tranquilizando respecto al estado del escritor, que a sus 87 años no deja de ser un paciente de riesgo a pesar de sus buenas condiciones físicas.
Un gran susto en el que, como desvela, han tenido el apoyo de "centenares de personas que nos han escrito y han llamado para solidarizarse con él y con la familia, y para preguntar por su estado de salud". "La verdad que muy emocionante" afirma.
Sin embargo, entre las numerosas muestras de cariño que han recibido desde que don Mario ingresó en el hospital no está la de Isabel Preysler, como ha revelado con sinceridad sin nombrar a la socialité: "Mira, como te decía hemos recibido centenares de llamadas y mensajes. Yo no he visto ninguno de la persona que usted menciona pero sí de muchísima gente y eso de verdad que ha sido muy conmovedor para nosotros".