Energía solar: Apostar por la tecnología CCP o torre de cara al futuro

Aunque a día de hoy es difícil saber con exactitud por cuál de estas dos tecnologías se apostará en el futuro. Podríamos hacernos a una idea debido a distintos factores.

Aun siendo la central de torre con mayor potencia instalada la de Ivanpah (392 MW) en Estados Unidos. Cierto es, que 7 de las centrales de mayor potencia, se corresponde a la tecnología CCP. Actualmente las centrales CCP, copan el 95% de las centrales instaladas. Esto no quiere decir que a la hora de realizar una inversión elevada, como sería el coste de estas centrales, se siga apostando por esta tecnología en el futuro. Aun bien es sabido, que la madurez presentada por las centrales CCP es mayor que para el resto de tecnologías termosolares, lo cual atraería la inversión de bancos y capital externo, viendo su inversión más segura a largo. Cabe destacar, que para una central CCP la inversión ronda los 4M€/MW instalado, mientras que para una central de torre es de 6-7 M€/MW instalado.

Por otra parte las centrales CCP presentan ciertos inconvenientes relacionados con el HTF. Este fluido es inflamable y altamente tóxico, lo que supone un riesgo para la salud. Además de suponer la limitación técnica más importante para este tipo de instalaciones, ya que su temperatura no debe superar los 393oC, ya que supondría la degradación del mismo. Actualmente se están realizando diversos estudios para la mejora de estos fluidos, lo que llevaría a un implemento de la temperatura de trabajo de la planta.

La operación en centrales de torre presentan un mayor reto que en las centrales CCP, su poca manejabilidad ante cambios atmosféricos, hace difícil su arranque parada debido a ráfagas de nubes. Para ello se han desarrollado los sistemas de almacenamientos, basados en el uso de sales fundidas. Estos nuevos sistemas permitirían su funcionamiento ininterrumpido siempre y cuando el almacenamiento cubra las necesidades del sistema, pudiendo llegar a operar las 24 horas del día. Esta supondría su mayor ventaja sobre los sistemas CCP.

Esta tecnología alcanza una temperatura mayor que en caso de la CCP, siendo de 593oC. Lo cual supone llegar a los límites tecnológicos de los materiales con los que actualmente se trabaja. El hecho de tener el fluido calor portador en sistema más pequeño disminuye sus pérdidas de calor a lo largo de sistema, además este fluido sería el empleado para el almacenamiento térmico permitiendo ahorrar una transformación energética, como sería en el caso de las CCP con almacenamiento a través de sales fundidas.

Como se ha comentado con anterioridad estas plantas no gozan aún, de la aprobación de los promotores debido a su gran carácter experimental y el comportamiento de las sales fundidas. La experiencia en este campo será clave por la apuesta de esta tecnología en el futuro.

A tener en cuenta

Se estima que la potencia instalada en una superficie de idénticas dimensiones sería próxima para una instalación fotovoltaica que para una central cilindro parabólico, aun requiriéndose mayor terreno para el caso de la fotovoltaica. Siendo el coste por megavatio instalado para la fotovoltaica de 1.2 M€, aproximadamente. Es por ello que ambas tecnologías termosolares debe competir con los precios de la fotovoltaica. Diversos estudios consideran que el precio de las centrales termosolares tienda a la baja, al igual que lo hace el de la fotovoltaica.

Conclusión

Aun cubriendo la tecnología CCP el 95% de las centrales instaladas, la ventaja sobre la gestión de su producción de los sistemas de Torre jugará un papel fundamental en el futuro. El hecho de poder adaptarse a la curva de demanda, y ser operativa sin la necesidad de parada, es vital para la apuesta por esta tecnología, haciendo más atractiva la inversión de cara al futuro.

Siendo competitiva a la implementación de baterías en los sistemas fotovoltaicos en el futuro, permitiría a la fotovoltaica, como ya lo hace central de torres, gestionar su inyección de energía en la red y su interrumpibilidad. Ambas tecnologías depende de su capacidad de desarrollo y adaptación a los requisitos energéticos venideros. La capacidad de mejora en los sistemas de almacenamientos y uso de HTF, así como bajada de los costes de instalación determinaran el futuro de estas dos tecnologías.

Beltrán García Diez | Alumno Master UC3M

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