Embarcaciones a motor, más allá de lo que conocemos

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Cuando pensamos en embarcaciones a motor, lo que primero se nos viene a la mente es un barco común y corriente, una lancha o una de estas embarcaciones de recreo que podemos encontrar en los puertos de ciudades costeras que, por un módico precio, nos dan una vuelta cerca de la costa para disfrutar de las maravillas del mar. Pero dentro de esta categoría se incluyen otros muchos tipos de “barcos” y embarcaciones que seguramente muchos no sepan o no sabían ubicar en esta categoría.

Para empezar, tenemos claro que cuando se habla de una embarcación a motor, hacemos referencia a cualquier vehículo acuático que use como medio de propulsión un motor con carburante, eliminando así de esta categoría los barcos de vapor, o los que usan velas y viento para moverse por el mar. Para que un motor funcione correctamente, debe llevar los más modernos componentes y transmisiones marinas para barcos y, por supuesto, que estos sean de la mejor calidad posible.

Sus precios oscilan entre los 55.000 euros hasta unas cantidades que superan la imaginación de muchos, por encima de los coches de más alta gama a los que estamos acostumbrados a admirar a través de anuncios en televisión o fotos por redes sociales de los famosos o influencers.

Pero, en caso de que tengas muy claro que quieres un barco a motor, es seguro que será la mejor inversión que puedas hacer en tu vida, sobre todo si está bien cuidado y su motor es de buena calidad.

Podéis encontrar una embarcación de motor de diferentes tipos y en diferentes tamaños, a cada cual más innovador y con un diseño único, que se adaptará perfectamente a vuestras necesidades. Por eso, hay que conocer bien qué tipos de embarcaciones motorizadas hay en el mercado y cuáles son aquellas que se adaptarían mejor a nuestras necesidades.

Existen muchos modelos y estilos de vehículos a motor acuáticos, que se dividen en varias categorías:

  • Lanchas auxiliares. Pequeñas lanchas inflables que cuentan con un motor fueraborda, que se suelen utilizar como vehículos salvavidas en caso de accidente o fallo de motor en barcos más grandes, como yates o cruceros.

  • Motos acuáticas. Que aunque no tengan la típica forma de barco, cuentan como embarcaciones y, por tanto, son consideradas vehículos a motor. Están pensadas para actividades de recreo y diversión, aunque también para salvamento o persecución por el agua, en caso de las que son utilizadas por los guardacostas o policía.

  • Lanchas de proa abierta. Son muy comunes como pequeñas embarcaciones que se usan a modo de recreo con familia o amigos.

  • Buques o yates deportivos. Por lo general, los yates son embarcaciones amplias y con grandes comodidades y habitualmente están dotados con salón y uno o varios dormitorios, así como de cocina y aseos. Dentro de este tipo de embarcaciones existen también los denominados súperyates, generalmente barcos de lujo que rondan entre los 60 y los 90 pies de eslora, con un diseño y unos acabados de altísima calidad, tanto exteriores como interiores, y dotados con gran cantidad de detalles y comodidades.

Como se puede ver, entre otros muchos ejemplos, la variedad de vehículos acuáticos motorizados es muy amplio, y cada cual tiene sus ventajas. Lo único que tenemos que hacer, si nos interesa alquilar o comprar un vehículo de este estilo, es tener muy claras las intenciones y qué es lo que queremos buscar, para que se adapte lo mejor posible a nuestras necesidades.

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