Brendan Fraser vuelve a estar de moda. Después del Festival de Cine de Venecia, donde hizo su reaparición pública en las grandes pantallas con el drama 'La ballena', lo cual le llevó a recibir una ovación y rumores de Oscar por su actuación, Fraser es uno de los actores más demandados del momento, y sus fans están felices de verlo de vuelta.
Fue comedia o Drama, Brendan conseguía darle un toque especialmente sincero a cada papel que interpretaba. Siempre estaba jugando, era inocente, y podía convertir un papel emocionalmente vacío en cualquier escena que se le pidiese. Pero a veces, esos papeles le exigían mucho físicamente, lo que acabó haciendo que pagase un precio muy alto.
En una entrevista de 2018 para la revista GC, Fraser habló de su primer papel como actor en 1991, en una película llamada 'Pelea de perros'. "A mí y a otros chicos nos dieron un traje de marinero, y tuvimos que grabar una escena de pelea con verdaderos Marines. Me dieron entonces mi tarjeta como actor y 50 dólares por el cameo porque me lanzaron contra una máquina de pinball. Me hice bastante daño en una costilla pero pensé: ¡No pasa nada! Me aguanto, lo puedo hacer otra vez. Si quieres, me la rompo si hace falta. ¿Lo hago otra vez?"
Esta fue una de las capacidades y ventanas que añadió Brendan Fraser a su currículum como actor, y le funcionó. Después de varios de sus papeles como chico joven, le contrataron para interpretar a George de la Jungla, en Disney. La fama de esta película le llevó a que en 1999 fuese llamado para interpretar el papel principal en la película de miedo y aventura 'La momia'. Fue tal el éxito de esta película que enseguida se convirtió en una de las franquicias más importantes para el actor.
Lo único malo fue saber que este éxito vino al mismo tiempo que Fraser aceptaba más de un papel, grababa todo tipo de escenas peligrosas sin contar con un doble de acción, y eso acabó pasándole factura.
Fraser dijo: "Creo que estaba haciendo demasiado esfuerzo, de manera que casi era destructivo para mi cuerpo. Cuando estaba grabando la tercera parte de 'La Momia' en China (2008), me acuerdo que me ataron hielo con una cinta hasta formar una especie de exoesqueleto que no se veía bajo la ropa, pero era una manera de protegerme de manera diaria".
Todas esas lesiones al final acabaron provocándole varios viajes a quirófano: "Necesité una laminectomía, pero la lumbar no pudo con ello y tuvieron que repetirla al año siguiente. También un reemplazo parcial de la rodilla. Algunos ajustes en mi espalda, usando parches para la espina dorsal. En algún momento incluso tuvieron que tratarme las cuerdas vocales. Las idas y venidas de hospital y hospital duraron alrededor de 7 años en total".
Después, continuó: "Puede que esto no lo entienda mucha gente. Pero en esa época me sentía como el caballo de Granja Animal, cuyo trabajo era trabajar, trabajar, trabajar... Orwell escribió este personaje para interpretar, yo creo, al proletariado. Trabajaba para todos y para todo, nunca preguntaba, nunca daba problemas hasta que lo mató trabajar... No sé si me han enviado o no a la fábrica de pegamentos, pero siento como si todo lo que he construido lo demolieran y tuviera que empezar de cero una vez más para el bien de los demás. Ya sea que me haga daño o no".
La entrevista sigue hablando sobre los tratamientos físicos que Fraser tuvo que pasar y que estos fueron la principal causa de su desaparición de la vida pública, así como las alegaciones de abusos sexuales. Las que hizo él en 2003 contra Philip Berk. Unas acusaciones que le costó 15 años poder hacer públicamente, tanto a él como a todas las demás víctimas que tampoco pudieron hablar antes.
Por eso no sorprende que estuviese lejos de la opinión pública y le espectáculo durante tanto tiempo. Han sido años de recuperación tanto física como mental.
