El peligro que tiene la moda de 'Cancelar' famosos en las redes sociales
La "cultura de la cancelación" es un fenómeno que ha surgido hace relativamente pocos años, sobre todo a través de las redes sociales. Este término hace referencia a la tendecia de criticar y valorar negativamente cada acción que lleva a cabo un personaje famoso, una figura mediática, bien en su medio de trabajo (actores, cantentes, directores de cine, escritores), bien a través de comentarios en redes sociales.
No han sido pocas las víctimas de esta "cultura de la cancelación", cada vez más caen en las despiadadas garras de miles de desconocidos a través de redes sociales como Twitter, Instagram o Tiktok, más recientemente. El auge de movimientos sociales como el feminismo, o los que pretenden acabar con el racismo y la violencia de género, si bien tienen un objetivo respetable, dentro de sus filas hay personas que se dedican a criticar de manera sistemática todo lo que no encaje perfectamente con su ideal.
Este "movimiento" no sólo afecta a acciones actuales, si no que también ha arremetido contra eventos que ocurrieron hace años. No sería la primera vez que, viendo una película de hace 30 años en televisión o en cualquier plataforma de emisión en stream, se han escuchado comentarios que ahora serían tachados de "machistas", "racistas" o "clasistas".
La "cultura de la cancelación" está provocando, según Manolo Caro (director de la serie 'La Casa de las Flores'), que muchos artistas y directores de cine y televisión estén viendo mermadas sus capacidades artísticas, ante la posibilidad de ser criticados y "cancelados" ante una acción que se salga de lo "políticamente correcto". Se está reduciendo la capacidad de crecimiento y creación de los profesionales.
Además, señala que la "cultura de la cancelación" está haciendo que nos olvidemos que todos esos artistas también tuvieron buenas obras, y nos hace perder de vista el hecho de valorar una obra, una canción, una serie o una película más por su calidad creativa que por su contenido explícito.
El director remarca la importancia de ver y disfrutar cada obra en el contexto en el que se crea, la ambientación de la misma, y valorarlo por cómo lo expresa y no tanto por lo que cuenta. Señala también la necesidad de dejar que los profesionales crezcan y aprendan de sus fallos, pero no ser "cancelados" hasta el punto de poder perder su trabajo.