Todos hemos jugado con la tablet alguna vez y nos hemos dado cuenta de que no es un dispositivo cómodo para largas sesiones de juego, en especial si tenemos una de diez o más pulgadas.
La tablet pesa bastante y aunque los juegos tienen los controles desarrollados para usar la pantalla, tampoco es lo más ergonómico ni lo mejor para todos los juegos.
De esta manera, vamos a explicar cómo podemos convertir nuestra tablet, haz click aquí para saber cuáles son las mejores para jugar, en una consola algo que nos permitirá jugar con más comodidad.
Compramos un mando
Uno de los mayores problemas a la hora de jugar con una tablet son sus controles. Es cierto que los desarrolladores no paran de trabajar para mejorarlos, pero a pesar de eso hay títulos que no se juegan bien tocando la pantalla.
Podemos arreglar este problema comprando un mando Bluetooth, que se conectará a la tablet de manera inalámbrica liberándonos de jugar tocando la pantalla y de sujetar el dispositivo.
En el mercado hay una gran variedad de mandos inalámbricos, de todos los tipos y precios, de manera que podemos comprar el que más nos guste o más se adapte a nuestro presupuesto, teniendo en cuenta que lo normal es que se pueda usar para jugar en otros dispositivos, como un PC, un TV BOX o un smartphone.
Existen mandos específicos que vienen con una pieza en la parte superior en la que se puede colocar la tablet. Este tipo de sujeciones está pensado para smartphones, pero algunos pads admiten tablets, aunque lo cierto es que por su peso no es una manera de jugar demasiado cómoda.
Elegimos cómo vamos a sujetar la tablet mientras jugamos
Cuando conectamos un mando inalámbrico hay que elegir cómo vamos a sujetar la tablet, puesto que ya no vamos a usar nuestras manos.
Si tenemos una funda es muy posible que nos permita doblar la solapa delantera para poder mantener el dispositivo erguido sobre una mesa, por lo que no habrá que comprar nada más.
En el caso de no tener una de estas fundas o de que no nos guste cómo queda la tablet, podemos comprar una especie de peana que la mantendrá sujeta sobre una superficie plana, como una mesa, tanto en vertical como en horizontal. Estos soportes suelen venir con una abertura para que conectemos el cargador y no nos quedemos sin batería.
Una última opción sería comprar un soporte articulado. Los hay de muchos tipos, pero los más populares vienen con una pinza, que se puede colocar en el borde de una mesa, en la balda de una estantería o incluso en el cabecero de la cama.
Cuando ponemos la tablet en el otro extremo podemos moverla hacia arriba, hacia abajo y a los lados, instalando el dispositivo en la posición que nos sea más cómoda, algo que viene muy bien para jugar tumbados en la cama.
Convertir una tablet en una videoconsola no es nada complicado y además es muy barato. Hay miles de juegos y usando emuladores podremos jugar con videojuegos que salieron para consolas hace unos años, con una experiencia inmejorable gracias al mando.