Bebés virtuales como solución para la superpoblación de la Tierra

La doctora Catriona Campbell, experta en cibertecnología e inteligencia artificial, nos presenta una realidad no tan lejana en la que las parejas y personas que quieran ser padres en el futuro podrán tener su bebé de forma virtual, un 'metabebé'.

La doctora Catriona Campbell ha publicado su libro titulado 'IA by design: A plan for living with artificial Inteligence' (IA bajo diseño: Un plan para vivir con la inteligencia artificial). En este libro, la doctora nos presenta una forma novedosa de practicar la paternidad, con los bebés virtuales o, como ella los llama, los "niño tamagotchi", el famoso videojuego japonés.

Si bien esto como idea es descabellada, el pensar que podremos tener bebés de forma virtual como podemos ver a niños hoy en día por las calles, Campbell asegura que: "dentro de 50 años la tecnología habrá avanzado hasta tal punto que los bebés que existan en el metaverso serán indistintos de los del mundo real".

Según la doctora, estos bebés se crearán a imagen y semejanza de sus progenitores y, a través de un complejo sistema de tecnología CGI (efectos visuales) y aprendizaje automático de la inteligencia artificial, se podrá interactuar con los bebés de la misma manera que lo hacemos ahora. Darles de comer, comunicarse con ellos, e incluso jugar y abrazarlos, sería posible, usando además unos guantes de última generación para facilitar esa estimulación sensorial y táctil.

La polémica y las críticas no se han hecho esperar, asegurando que este es otro invento para desincentivar el nacimiento de bebés, pero la doctora Campbell rápidamente ha querido aclarar que esto surgió como posible solución a la superpoblación que sufre el planeta Tierra ahora mismo. Nos acercamos a los 8.000 billones de seres humanos. 

Esta invención de 'metabebés' podría ser una solución, contra la teoría de la extinción humana, que habla sobre un momento en la historia de la humanidad que el crecimiento llegará a un tope, y de ahí descenderá en picado hasta provocar la extinción completa de la raza humana.

No está claro si realmente podría ser algo útil contra la superpoblación, o sería una excusa más para recabar dinero en tecnologías vacías, pues las cifras aseguran que es mucho más contaminante el uso masivo de internet y la electricidad que este consume, que tener un bebé, a día de hoy.