Todos los años, con la llegada de las altas temperaturas veraniegas, se recuerda desde las instituciones de salud y deportivas, consejos y medidas preventivas que debemos tener en cuenta que aunque son de sobra conocidas vale la pena recordar y tener en cuenta:
Hidratarse
Con las altas temperaturas, es indispensable prevenir la deshidratación derivada del exceso de sudoración. Para ello, es necesario reponer líquidos de manera constante y no esperar a tener sed para beber agua.
Dosis extra de fruta
En verano, también tenemos tendencia a cometer excesos alimenticios que alteran nuestra rutina pero no hay que olvidar que la comida es la gasolina de nuestro cuerpo y que con el exceso de sudoración perdemos más minerales de lo habitual. Por este motivo hay que incluir una dosis extra de fruta y verdura en nuestra dieta dado que son fuentes naturales de sales y líquidos.
Evitar las horas de más calor
El deporte se practica con constancia pero además con cabeza. En verano, hay que evitar hacer ejercicio en las horas centrales del día, es decir, entre las 12.00 y las 17.00 horas. Es preferible hacerlo a primera y a última hora del día.
Ropa adecuada
Utilizar prendas y calzado ligeros, de colores claros, preferiblemente de algodón y que faciliten la transpiración.
Protección solar
Existen protectores solares específicos para deportistas que resisten mejor al sudor y al agua. Además, si vamos a estar expuestos al Sol durante espacios prolongados de tiempo es recomendable llevar una gorra y gafas protectoras.
El estómago ni vacío, ni muy lleno
Si sumamos calor y estómago vacío, lo más probable es que la cosa acabe en lipotimia. Por el contrario, si practicamos deporte justo después de comer, nuestro rendimiento se verá afectado por la falta de riego. Lo ideal es esperar al menos una hora tras el desayuno y tres, tras la comida antes de ponerse a practicar ningún deporte.
Fuente: UEStudio