Desde el inicio de la pandemia, la psicología ha cobrado más fuerza que nunca. No son pocas las personas que han sentido angustia, ansiedad o se han sentido deprimidas durante la cuarentena. Ana León, una de las psicólogas de Madrid con mejor reputación, lo sabe bien.
En su clínica trata problemáticas muy diversas: emociones, terapia individual, terapia de pareja… de nuevo, no son pocas las parejas que han necesitado una mano cuando la pandemia parecía resentir su relación. Por otro lado, los psicólogos cada vez se animan más a ofrecer terapia online, cosa que es muy conveniente para algunas personas.
En este artículo revisaremos por qué es importante la psicología y algunos consejos para saber si un psicólogo es bueno o no.
La importancia de la psicología
Aunque antes la salud mental resultaba un tema tabú, con el paso de los años la sociedad se ha abierto más a hablar de ella. En un mundo tan ajetreado y competitivo, es más importante que nunca cuidar de la salud mental de las personas.
Entre otras cosas, cuando mejor estamos con nosotros mismos y lo que nos rodea, más productivos somos. Por el contrario, en algunas regiones como EE. UU., la depresión es una de las causas principales de baja laboral y de incapacitación. Por tanto, ya no es solo un asunto personal sino también social y laboral. A las empresas les interesa tanto como a los individuos el bienestar y la calidad de vida de estos.
Ir a terapia es aconsejable para todo el mundo, independientemente de que se tenga un problema o no. Los psicólogos son personas capacitadas para ayudarnos a entender nuestras emociones, nuestro pasado, nuestra personalidad y mucho más. Nos pueden ayudar a vivir mejor y a estar en paz con nosotros mismos, por lo que es muy recomendable acudir a sesiones psicoterapéuticas.
Cómo saber si tu terapeuta es buen profesional
Existen muchos factores que determinan si tu psicólogo/a es buen profesional. A continuación, tienes algunos aspectos a los que prestar especial atención para comprobarlo:
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Está colegiado/a. A veces podemos encontrar a coaches o personas que no tienen la formación necesaria para ejercer como psicoterapeutas. El intrusismo laboral es cada vez más frecuente, y a menudo perjudicial. Por eso, es fundamental que compruebes si tu psicólogo/a está colegiado/a en el Colegio Oficial de Psicólogos.
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La terapia que utiliza está probada empíricamente. A día de hoy, el marco que más se utiliza es el cognitivo-conductual. Si tu psicólogo/a trabaja desde el psicoanálisis o enfoques que están desfasados, quizás debas probar con otro diferente. Las mejores psicólogas de Madrid, como Ana León, a la que hemos mencionado antes, o Laura Medina, utilizan terapias con evidencia empírica. Cuando nos ponemos en las manos de otra persona, en especial para nuestra salud mental, queremos tener la confianza de que no están haciéndonos perder el tiempo.
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No emite juicios de valor. Puede suceder que el psicólogo/a no esté de acuerdo con lo que su cliente piensa o dice. Aun siendo profesionales de la salud mental, siguen siendo personas. Sin embargo, es muy importante que tu terapeuta no te juzgue o te haga sentir incómodo/a. Es natural que cuestione algunas creencias que tenemos que resultan dañinas, pero un buen profesional siempre lo hará desde el respeto y con intención de ayudar.
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Te propone un tratamiento concreto. En relación con el punto 2, ir a terapia no es hablar y que alguien escuche sin más. Aunque es parte de las sesiones, en especial para la evaluación, tu psicólogo/a debe proponer un plan de actuación. Por ejemplo, si resulta que tienes ansiedad, debe explicarte que tus niveles de ansiedad no son saludables y qué pasos vais a tomar juntos para solucionarlo.