El Hospital Universitario del Sureste ha colocado con éxito una prótesis osteointegrada de conducción vía ósea, denominado por sus siglas en inglés BAHA (Bone Anchored Hearing Aid), un procesador de sonido anclado a un implante de titanio fijado al cráneo y que permite al paciente la audición por una estimulación directa del hueso.
Se trata de una intervención y de una técnica "muy similar" a la que se realiza en odontología para la implantación de piezas dentales. Una vez situado en la cavidad, la intensidad de la audición la controla directamente el paciente a través de su móvil.
Para facilitar la audición en personas con hipoacusia se realiza una incisión retroauricular donde se fija el implante de titanio. De este modo, se pretende integrar el implante en el hueso y anclar sobre él una prótesis auditiva para que el sonido se transmita directamente por la vibración del cráneo.
Esta técnica, realizada por el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital del Sureste, que dirige el doctor Jesús Martínez Salazar, está indicada en pacientes con hipoacusias de transmisión o mixtas, ya sean unilaterales o bilaterales, y con vía ósea conservada.
Sobre todo está pensada para pacientes que, por distintas consideraciones médicas o por no adaptarse convenientemente, no pueden utilizar los audífonos de vía aérea convencionales por malformaciones faciales, o del oído externo u oído medio; cavidades postquirúgicas que no dejan de supurar; o con otoesclerosis, que no quieren o deben ser operados.
Para el Gobierno regional las ventajas de la utilización del BAHA son "considerables ya que mejora la calidad de vida de los pacientes, con las indicaciones anteriormente presentadas, evita el rechazo estético que provocan los audífonos externos radicionales y tiene una relación coste-efectividad altamente positiva". A todo esto, la comunidad añade "la facilidad y comodidad" que tiene el paciente de controlar su audición a través de su teléfono móvil.
La incidencia de trastornos susceptibles de beneficiarse de esta técnica en la población suele estar en torno a los 12 casos por millón de habitantes al año. Extrapolando estos datos, se considera que dos o tres pacientes del área de influencia del Hospital se podrán beneficiar de este avance cada año.
En el caso intervenido en el Hospital Universitario del Sureste, el paciente presentaba una malformación congénita del oído externo, hipoplasia del pabellón auricular derecho, con malformación del conducto auditivo externo, pero con el oído interno conservado.