El Hospital Gregorio Marañón de Madrid pionero en realizar a un bebé un trasplante de corazón con grupo sanguíneo incompatible
El Hospital General Universitario Gregorio Marañón de la Comunidad de Madrid ha llevado a cabo el primer trasplante en el mundo de corazón infantil de donante en asistolia en un bebé de pocos meses y con incompatibilidad sanguínea con su donante.
Este hecho, insólito hasta el momento, hubiera sido impensable hace apenas tres años, puesto que hasta 2018 este hospital público madrileño no inició en España el programa que permite realizar trasplantes de corazón en niños con grupo de sangre incompatible, sumándose ahora a que, por primera vez en nuestro país se haya realizado un injerto cardiaco de donante en asistolia en una niña de tan solo dos meses de edad.
La donación tuvo lugar en un hospital de otra comunidad autónoma, lo que supuso el traslado del equipo cardiaco del Hospital Gregorio Marañón por vía aérea. En el procedimiento utilizado, el corazón del donante fallecido se recuperó antes de su extracción a través de un sistema de circulación extracorpórea, que permite mantener oxigenados los órganos susceptibles de trasplante y valorar el funcionamiento cardiaco. Tras comprobar una función adecuada con esta técnica made in Spain, se procedió a la extracción cardiaca y al implante en el receptor.
El caso de la pequeña Naiara es único en el mundo por tres motivos. Por un lado, por tratarse donante y receptor de niños de muy pequeño tamaño; porque el injerto cardiaco, obtenido con el procedimiento descrito, se implantó tras varias horas de isquemia fría en un centro alejado del hospital donante, algo excepcionalmente descrito; y por tratarse de un trasplante AB0 incompatible, lo que aumenta aún más su complejidad.
Antes de nacer Naiara se detectaron problemas en su corazón, por lo que, desde su comunidad autónoma, su madre fue derivada al Área del Corazón Infantil del Hospital Gregorio Marañón, como centro de referencia nacional para cardiopatías congénitas desde el feto. En el centro se hizo todo el seguimiento, pero la situación fue empeorando y hubo que adelantar el parto dado que el corazón de Naiara estaba en una situación muy difícil.
Los médicos de los servicios de Neonatología y Cardiología Infantil consiguieron estabilizarla pese a la complejidad de su estado. “La pequeña pudo evolucionar y conseguimos que el resto de órganos maduraran los suficiente para plantearnos la posibilidad de que Naiara entrara en lista de trasplante. Les explicamos a los padres que había muy pocas posibilidades porque hay escasos donantes a esa edad, tan sumamente pequeñitos. Sin embargo, gracias a inmensa generosidad de otros padres llegó la oportunidad, llegó un corazoncito para Naiara”, subraya Manuela Camino, jefa de la Unidad de Trasplante Cardiaco Infantil del Hospital Gregorio Marañón. “Fue un momento muy importante, porque nos enfrentamos al trasplante de corazón que realizábamos al bebé más pequeño hasta el momento y porque 24 horas antes, Naiara había empeorado mucho. Si no hubiera llegado ese corazón habría habido pocas posibilidades de supervivencia”.
Es importante recordar que Naiara nació prematura, con menos de dos kilos de peso, y el trasplante llegó transcurridos dos meses, cuando su peso era de 3,2 kilos, lo que la convierte en una de los bebés más pequeños que ha recibido un trasplante de corazón en el Hospital Gregorio Marañón.
En esta ocasión, dada la singularidad de la donación, gran parte del equipo de Cirugía Cardiaca Infantil se trasladó al hospital del donante. “El proceso de recuperación, verificación de la viabilidad y extracción se desarrolló perfectamente. Todo gracias a increíble ayuda y colaboración de los profesionales del hospital del donante, con los que trabajamos como un solo equipo”, indica Gil Jaurena. “Pese a que otro de los retos era la distancia y el tiempo, al estar en hospitales distintos y tener que aplicar un protocolo de isquemia fría, llegamos al Hospital Gregorio Marañón con el órgano en buenas condiciones y tras la implantación el corazón comenzó a latir fuerte y estable”, explica el cirujano.
Tras unas semanas en la UCI, Naiara ya ha sido trasladada a planta, donde se recupera y evoluciona favorablemente bajo los cuidados los profesionales del Área del Corazón Infantil del Hospital Gregorio Marañón.
La donación en asistolia de un donante en distinto centro para un bebé tan pequeño como Naiara, puede convertirse en la única posibilidad de sobrevivir, ya que para estos niños tan pequeños no hay posibilidad de máquinas de asistencia ventricular que puedan servir de soporte hasta la llegada del trasplante, como sí ocurre en niños más mayores y los adultos que, además, tienen mayor posibilidad de conseguir donantes. Asimismo, si se añade para estos bebés la posibilidad de un donante de cualquier grupo sanguíneo, se abre una gran ventana de oportunidad para estos niños tan pequeños que necesitan un corazón.