Llegó el mes donde los gimnasios y las dietas de adelgazamiento se ponen de moda. Muchas personas han abandonado sus buenos hábitos durante las vacaciones, han comido peor y se han movido menos y aprovechan la vuelta a la rutina para ponerse en forma y cuidarse.
Cuando cambiamos de hábitos debemos hacerlo de forma progresiva
Está muy bien querer retomar o iniciar una actividad física y comer de forma saludable pero ¡no hay que volverse locos! El cambio de hábitos debe ser progresivo para que nuestro cuerpo se vaya adaptando a las nuevas rutinas y no abandonemos a la primera de cambio. Por ello, al igual que en tú primer día de gimnasio tendrás un entrenamiento suave, cuando modifiques tus hábitos alimenticios deberás hacerlo progresivamente.
En este artículo voy a darte algunos consejos que pueden ayudarte si estás pensando en cuidar tu alimentación y no buscas algo puntual sino un cambio de hábitos.
Elimina alimentos que no aportan nutrientes
Antes de incluir alimentos saludables en tu dieta, elimina aquellos que sabes que no son buenos. Los ultraprocesados, que serían aquellos “comestibles” que están envasados y que tienen más de tres ingredientes que no conocemos; el azúcar y los alimentos que lo contienen, como las bebidas azucaradas, los zumos y muchos alimentos procesados ya que lo utilizan como conservante; y el alcohol, que aporta muchas calorías y es perjudicial para nuestra salud.
No comas menos sino mejor
No restringas las calorías y te quedes con hambre. Es importante dar al cuerpo los nutrientes y la energía que necesita para que realice todas sus funciones vitales y podamos practicar actividad física. Si comemos muy poco, nuestro cerebro no parará de decirnos que tiene hambre y podemos caer en atracones o acabar comiendo alimentos no tan saludables.
Utiliza el método del plato saludable
Para poder garantizarnos una alimentación equilibrada en nuestras comidas principales podemos utilizar este método, el cuál nos dice que la mitad de nuestro plato debe estar compuesto de verduras (en ensalada, asadas, a la plancha, en guiso, en puré, etc), un cuarto del plato serán carbohidratos, (cereales, arroz, patata o legumbres) y el otro cuarto contendrá proteína saludable (huevos, pescado, carne magra, soja, legumbres, etc).
Incluye variedad
El cuerpo, además de energía, necesita muchas vitaminas y minerales y esto lo vamos a conseguir con una alimentación variada. Es muy recomendable variar alimentos y tipos de cocinado, por ejemplo, comer ensalada y cenar verdura a la plancha, comer distintas piezas de frutas de temporada y comer diferentes fuentes de proteína animal como el pescado, la carne o los huevos y proteína vegetal como las legumbres o la soja.
En conclusión, es un buen momento para cuidarse y ponerse en forma pero amigo o amiga Sapiens hagámoslo progresivo y disfrutando del proceso, como bien dijo Pareto “el 80 por ciento de tus resultados provienen del 20 por ciento de tus acciones”.