Existen determinados momentos en los que el cuerpo humano no cuenta con el 100% de su energía. En esas situaciones se necesita la ayuda de complejos vitamínicos para poder hacer frente a épocas de enfermedad, estrés, embarazos o exceso de trabajos físicos.
Si bien el ser humano puede contar con una dieta rica en nutrientes, un sueño reparador y jornadas de ejercicios saludables, el sistema inmunológico experimenta variaciones en sus defensas, que obligan a las personas a fortalecer su salud. Con la ayuda de complejos vitaminicos, el organismo tiene la oportunidad de recibir complementos alimenticios, hechos a partir de elementos naturales que benefician a la salud.
Los especialistas determinan cuándo y con qué regularidad una persona se debe tomar los complejos vitamínicos, ya que el médico debe realizar una serie de estudios al paciente para concluir cuál será el suplemento idóneo. Sin embargo, existen situaciones generales que conducen al paciente a ingerir estas píldoras para fortalecer su salud.
Señales en el cuerpo para tomar vitaminas
En líneas generales, las personas que han padecido alguna enfermedad, los adultos mayores o alguien que esté sometido a un régimen de exigencia física, necesitan tomar vitaminas. A continuación se desglosan cada una de las situaciones en las que una persona puede necesitar un refuerzo en su sistema inmunológico.
Enfermedades como la Covid-19
El cuerpo humano es propenso a alojar enfermedades que pueden afectar considerablemente al sistema inmune: la Covid-19 es una de ellas. El Coronavirus puede incubarse en los cuerpos inmunodepresivos y su carga viral se puede encargar de reducir la capacidad de reacción de los anticuerpos. Ante este escenario, los sanitarios recomiendan elevar una dieta llena de vitaminas A, B, C y D.
Estrés constante
Las emociones se encuentran estrechamente vinculadas al óptimo estado físico. De acuerdo con expertos en el área de la medicina, un episodio de estrés baja los niveles de vitamina B en el cuerpo. Lo que significa que, si la persona está expuesta a periodos constantes de ansiedad, angustia o tensión, su salud se verá debilitada.
Por lo tanto, cuando suceden episodios de grandes emociones físicas, se deben tomar píldoras ricas en hierro, zinc y vitamina B3 y B12, estas últimas son las responsables de regular gran parte del sistema nervioso. En este sentido, al ingerir vitaminas, el paciente podrá equilibrar los niveles de los nutrientes en su cuerpo y, de esta forma, reducir la probabilidad de sufrir estrés crónico, depresión, enfermedades cardíacas o neuronales.
Embarazo en cualquiera de sus etapas
Cuando la mujer está embarazada, tiene que duplicar y fortalecer los niveles de su sistema inmune, debido a que se encuentra gestando otra vida que dependerá completamente del estado de salud que reciba de su madre. El ácido fólico reduce la probabilidad de enfermedades neuronales o en la médula espinal del bebé.
Por su parte, el hierro es un mineral necesario para el desarrollo de la estructura ósea del feto y su placenta. Además, ayuda al suministro del oxígeno del bebé a través de la sangre de la madre, es decir, contribuye a prevenir anemia y otras afecciones en el futuro neonato.
Someterse a entrenamientos exigentes
Hacer ejercicio de forma constante y de alto rendimiento produce una serie de toxinas denominadas radicales libres, que ocasionan fatiga y cansancio, situación que se puede combatir cuando el cuerpo recibe antioxidantes, es decir, las vitaminas C, E, Zinc y los betacarotenos, son indispensables para garantizar un estado de salud alto y capaz de soportar exigencias.
Además, estos suplementos previenen lesiones en el futuro, procesos inflamatorios e incluso postraumáticos. Siempre los especialistas recomiendan que, por su constante pérdida de nutrientes y sales minerales en el ejercicio, los atletas deben acompañar sus vitaminas recetadas con vitaminas naturales provenientes de los alimentos.
En otras palabras, los complejos vitamínicos son un refuerzo importante en diversos episodios de nuestra vida y contribuyen a la buena regulación de las funciones del cuerpo, como las neurológicas y hormonales. En este sentido, el ser humano solo produce la vitamina D, por lo que es necesario alimentar el sistema inmunológico con complementos para desarrollar y mantener la salud en buen estado.
