Abrir las ventanas como medida de prevención contra el COVID
La ventilación de los espacios cerrados donde se reúna gente, tanto públicos como privados, es muy importante para evitar la propagación y el posible contagio de esas personas por el COVID-19. Una correcta ventilación ayudaría a disgregar las partículas de aerosoles en el ambiente y evitar que se acumulen en el aire y puedan posteriormente contagiar a un individuo.
Se recomienda que durante o después del uso de una habitación, las ventanas permanezcan abiertas al menos durante 15 minutos, algo que se debe hacer incluso ahora durante el invierno. Cualquier técnica de ventilación es efectiva y útil, sea solo abrir la ventana o utilizar una técnica cruzada, al abrir una puerta en el otro lado de la estancia.
Esta práctica se debe realizar tanto en pequeñas habitaciones como en salas de reuniones o aulas de clase, y de igual manera tanto en sitios públicos como en hogares y lugares privados de trabajo. Se unirá al resto de medidas de seguridad y prevención, como el lavado de manos, o la desinfección y limpieza de aparatos y superficies.