Es de A Coruña, tiene 21 años y, de manera casi instantánea, se ha convertido en la estrella del pop de la que todo el mundo está hablando. Este antiguo estudiante del colegio Peñarredonda, que ahora cursa Psicología y Magisterio en Madrid, rechaza las entrevistas.
Íñigo Quintero se atrinchera en lo que dicen sus tres canciones publicadas hasta el momento: Sobredosis, Será por ti y Si no estás. La última de ellas se publicó hace un año. Súbitamente, se ha convertido en el gran éxito del pop nacional en las últimas semanas. Lo dice Spotify.
En su Top 50: España (la lista que recoge lo más escuchado del país) es número uno desde hace días. En el Top 50: Global (que abarca todo el mundo) ayer se encontraba de número 9, por encima del Dance The Night de Dua Lipa y As It Was de Harry Styles.
Él asegura que no hay nada detrás. Que todo esto ha surgido de manera espontánea. La chispa inicial se encuentra en TikTok, una red social que "está cambiando el modo de descubrir, trabajar e incluso de hacer la música". Lo dice Miguel Martorell, director para el Sur de Europa de Altafonte y experto en el desarrollo digital de artistas.
"Estos fenómenos son cada vez más frecuentes gracias a TikTok. De pronto, una canción de hace un año la coge alguien, la pone en un vídeo, se viraliza y se convierte en tendencia. No hay manera de predecirlo".
"Ya hemos visto cosas similares antes en TikTok. Salen canciones de la nada, de artistas que pueden tener mil oyentes mensuales y, de repente, lo petan", comenta Alberto Palao, periodista musical de Los 40.
"Pasó, por ejemplo, con Gayle e abcdefu con la que se convirtió en una estrella —añade—. La gente empieza a meter el tema en vídeos y, de repente, se cuela en los top mundiales. Porque esto se reproduce por esporas. Uno lo pone en un vídeo. De ahí salen dos. Luego, salen siete. Y de ahí, 30. ¿Hay que tener mucha suerte? Sí. Pero la canción tiene que llegar. Y esta ha llegado".
El tema, Será por ti, es una pieza a piano grabada y producida por el propio artista, que la interpreta con un toque dramático. Recuerda a Pablo López o Coldplay.
La letra —"¿Qué me has hecho? ¿Dónde estoy? Se me aparecen mil planetas de repente / Esto es una alucinación"— ha dado pie a que se interprete como una catarsis religiosa. Según el periodista digital Oscar García, próximo a la escena del artista, habla "de la búsqueda y la pérdida de Dios". Un sentimiento íntimo que ahora arrasa en las discotecas de Madrid: "La pinchan y la gente se pone loquísima, pero loquísima de verdad", asegura.
"Yo creo que la canción es un molde propicio para llegar a un rango amplio del público. Especialmente, el juvenil", sostiene Tito Lesende, periodista musical del Diario cultural de la Radio Galega.
Subraya sus valores musicales: "Musicalmente, tiene una melodía descendente, muy de este tiempo. Y un arreglo instrumental mínimo y básico: un bombo a negras y un piano que marca los acordes. El detalle armónico más interesante es la guitarra que entra en el último estribillo".
