La misión Starlink Group 9-3 de SpaceX, que transportaba 20 satélites con destino a la órbita terrestre baja, fue lanzada el pasado miércoles 11 de julio desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg (California, Estados Unidos).
El cohete Falcon 9 despegó sin problemas y la primera etapa de este vehículo espacial reingresó correctamente a través de la atmósfera, pero, desafortunadamente, la segunda etapa registró una anomalía que resultó en la liberación de los satélites a una altitud más baja de la esperada.
La transmisión en directo de SpaceX en la red social X (antes Twitter) mostró que se había acumulado una gran cantidad de hielo alrededor de la segunda etapa y, como detectaron varios observadores en la misma plataforma mencionada, a medida que el cohete se adentraba en el espacio, los trozos de hilo se desprendían.
Además, se suponía que el motor Merlin Vacuum se iba a encender más de una vez para entregar a los satélites a una órbita determinada. Por lo tanto, el reinicio de los motores acabó en un fallo de gravedad, la explosión de la segunda etapa del cohete y la dispersión de la carga.
Ante dicha situación, Elon Musk afirmó en X que "el reinicio de la etapa superior para elevar el perigeo resultó en un RUD (desmontaje rápido no programado) del motor por razones actualmente desconocidas", mientras que SpaceX detalló que el motor de la segunda etapa no completó su segundo encendido y que los satélites Starlink "se desplegaron en una órbita más baja de lo previsto".
Concretamente, esto dejó a los satélites en una órbita excéntrica con un perigeo muy bajo de 135 kilómetros sobre la Tierra, menos de la mitad de la altitud del perigeo esperada.
Varios satélites quedaron dispersos después de que la segunda etapa del cohete fallara por una fuga de oxígeno, no obstante, no representan ningún peligro para la Tierra ni para otros satélites porque volverán a entrar en la atmósfera terrestre y desaparecerán por completo.
Por otro lado, es importante mencionar que la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) y SpaceX investigan el origen de este fallo para determinar la causa del incidente y tomar acciones correctivas.
Hasta el momento, Falcon 9 se quedará en tierra hasta que apruebe la investigación del incidente por parte de SpaceX.