Es una experiencia piloto intergeneracional en la que los niños, lejos de realizar una simple visita, quieron hacer algo especial con nuestros mayores y prepararon un taller de jabones de glicerina.
Fue una actividad llena de ternura de espontaneidad para ambas partes que actualmente la Concejalía de Infancia y la Residencia Amavir Humanes están estudiando la posibilidad de establecer un calendario de visitas junto a un prproyecto de intervención, donde la veteranía y el cariño de nuestros mayores se unan a la inocencia y la vitalidad de nuestros pequeños.
Este proyecto se encuentro dentro del Programa de Participación Infantil y Adolescente de la Concejalía de Infancia.