El alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, se reafirmó en el pleno celebrado este jueves, ante los grupos de la oposición, de las declaraciones que viene realizando en últimos quince días sobre las decisiones y el comportamiento de la Comunidad de Madrid, en relación a las medidas de contención de los contagios en la ciudad.
Desde la oposición le han cuestionado sus contínuas apariciones en los diferentes canales de Tv, tanto autonómicos, como nacionales, criticando la gestión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
Ayala aseguró que "seguiré defendiendo a los ciudadn@s de mi ciudad, que es para lo que estoy aquí, y lo haré en Madrid y en toda España" y añadió que le gustaría que los portavoces de la oposición le acompañaran en ese tipo de declaraciones, en defensa del municipio, mostrándose algo extrañado de que encima le critiquen por ello.
Para que no haya dudas, seguiré defendiendo a l@s ciudadan@s de mi municipio, me hubiera gustado ver a la oposición a mi lado dando la cara por sus vecin@s, pero encima no lo critiquen. pic.twitter.com/fgiQcQflQv
— Javier Ayala / â¤ï¸ (@JavierAyalaO) October 1, 2020
No le falta razón al alcalde en este asunto, las medidas que ha venido tomando la Consejería de Sanidad, sin contar con los municipios afectados, que se iban enterando por los medios de comunicación, se han demostrado bastante ineficaces y de dificil entendimiento para los ciudadanos.
Díaz Ayuso y el consejero de Sanidad, han explicado que trataban de proteger la salud de los madrileños sin parar la economía de la región, por eso se restringía la movilidad y horarios por zonas básicas de salud que superaran los 1.000 contagios por 100.000 habitantes.
Mezclar salud y política no suele dar buenos resultados, de hecho los confinamientos selectivos por áreas de salud, no han sido eficaces porque los ciudadanos no entienden, ni comparten que dentro del mismo municipio se cierre la movilidad en un barrio y en la acera de enfrente no.
Tampoco han sido eficaces por la dificultad de los controles de seguridad que deben acometer los ayuntamientos afectados. A modo de ejemplo, en Fuenlabrada harían falta más de 150 puntos de control para supervisar el correcto movimiento de los vecinos.
En cuanto a la economía también han sido ineficaces los confinamientos selectivos, ya que los ciudadanos no pueden salir a tomarse un café o a comprar fuera de su area sanitaria, lo que ha producido un descenso en el consumo.
Algunos hosteleros, consultados por Fuenlabrada Noticias, han confirmado que sus ingresos han caido más del 50% desde el inicio de las restricciones selectivas de la movilidad.
A las quejas del alcalde fuenlabreño por estas medidas, que además estigmatizan a unos ciudadanos frente a otros del mismo municipio, se han unido también la mayoría de los alcaldes de la zona sur de Madrid, acusando a la presidenta regional de actuar de espaldas a los ayuntamientos afectados.
Las nuevas medidas decretadas por el Ministerio de Sanidad a nivel nacional, restringiendo la movilidad y horarios en todos los municipios que superen los 500 contagios por 100.000 habitantes, se antojan -a priori- más lógicas, eficaces y comprensibles para la ciudadanía y también para los sectores de la hostelería y el comercio.
Más facil de controlar por las policías locales y fuerzas de seguridad, que solo necesitarán colocar controles en la entrada y salidad de las ciudades. La actividad económica funcionará a nivel global interno del municipio, mejorando en gran medida el consumo.
La presidenta de la Comunidad de Madrid ha dicho que las acatará pero interponiendo un recurso ante la Audiencia Nacional y pidiendo medidas cautelares para paralizarlas, aunque fueron aprobadas por mayoría en el Consejo Interterritorial de Salud, incluso por comunidades gobernadas por el PP como Castilla y León.
Solo cabe una pregunta, ¿de verdad la presidenta regional está priorizando la salud de los madrileños? o su ego político y su permanente confrontación con el gobierno de España y el Psoe, no le permiten valorar adecuadamente la gravedad de la situación epidemiológica que nos está tocando vivir.
Los ciudadanos de la Comunidad no entienden, ni dan credibilidad a la situación de inseguridad sanitaria y confrontamiento político que, una vez más, están ofreciendo los respresentantes elegidos en las urnas, que ni siquiera en está pandemia, que se sigue llevando amigos y familiares todos los días, son capaces de olvidar sus discrepancias ideológicas y ponerse a trabajar todos unidos por la salud, que en este momento es lo más importante.