Empate a uno entre Fuenlabrada y Tenerife que no deja satisfecho a ninguno de los dos equipos

Las virtudes no pudieron tapar los defectos

El C.F. Fuenlabrada no encuentra el camino para volver a sumar tres puntos. Ante el Tenerife mejoró la imagen respecto a la que dio con el Rayo y el Almería, pero los defectos recurrentes siguieron ahí y terminaron costando dos puntos. En un momento del partido, estuvo cerca de costar los tres. El 5-4-1 de Sandoval funciona a ratos, pero en en otros demuestra carencias.

Cuando estuvo bien, el Fuenla no consiguió marcar. Cuando estuvo mal, cada acercamiento del Tenerife ponía el nudo en la garganta en el aficionado azulón. El partido, en líneas generales, fue más un duelo de faltas e interrupciones que de fútbol, porque combinaciones hubo muy pocas. El juego por las bandas y balones largos era la manera del Fuenlabrada de intentar llegar al área, puenteando a un centro del campo formado por Randy y Ciss que no veían la bola más que para recuperarla. 

Salió bien, porque al descanso se marcharon 1-0 en la mejor jugada del partido. Glauder dio el pase a Pinchi, ambos dos puñales por la izquierda, y el extremo se inventó un pase que destroza líneas para que Sekou la cruzara ante la salida de Ortolá. Ese gol no dio alas a los de Sandoval, que mantuvieron el mismo ritmo de partido. 

En la segunda mitad arrancó mucho mejor el Fuenlabrada, pero ya evidenció lo que le cuesta marcar en ocasiones a balón parado (y lo confirmaría en los siguientes cuarenta y cinco minutos). El problema llegó cuando, de una falta poco más allá del centro del campo, el Tenerife se sacó diez minutos de asedio a  base de faltas y córners continuas. El Fuenla, tan replegado que no podía ni disputar los rechaces, era incapaz de recuperar la pelota y salir del atolladero. Cada mal rechace de Rosic, cada balón que quedaba dividido dentro del área, hacía cundir el pánico. 

Y de tanta insistencia, llegó el gol del empate. La enganchó de primeras Jorge desde la frontal y, tras pasar entre un mar de piernas alejándose del portero, se coló a la red. Pocos minutos después pudo llegar el segundo de la misma manera, desde la frontal, pero esta vez pegó en Juanma Marrero y salió rechazado. 

Tras eso, llegaron intervalos en los que el Fuenla dispuso de faltas y córners incontables que en pocas ocasiones consiguió siquiera rematar. Seguía intentando el juego en largo, pero ni Randy ni Sekou eran capaces de bajar esos balones. Por contra, el Tenerife seguía en su tónica de llegar a la frontal rival y encontrar peligro a balón parado, aprovechando la fragilidad azulona. 

Al final el empate fue justo, pero a ninguno de los dos equipos le sirve para gran cosa. El Tenerife acumula cinco partidos sin ganar, y el Fuenlabrada seis. Ambos tuvieron momentos buenos, pero insuficientes para tapar los errores que están llevando a ambos a una espiral negativa de la que no están sabiendo salir. Sólo queda como interrogante saber por qué ambos técnicos sólo hicieron dos cambios.

ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Rosic; Iribas, Pulido, Juanma, Glauder; Diéguez, Ciss, Pinchi (Kante), Iban Salvador (Feuillassier); Sekou, Randy

ONCE DEL C.D. TENERIFE: Ortolá, Kakabadze (Bermejo), Alberto, Bruno Wilson, Álex Muñoz; Zarfino, Folch, Moore, Nono; Apeh (Jorge), Fran Sol

GOLES: 1-0 Sekou, min.37; 1-1 Jorge, min.62

ÁRBITRO: Rubén Ávalos Barrera