El tiempo corre contra las necesidades

El Fuenlabrada vive en el día de la marmota desde hace semanas. Cada partido es el más importante porque no se ganó el anterior, y hay que seguir mejorando cosas que tampoco se arreglaron un encuentro atrás. Esta semana no es una excepción. De hecho, contra el Málaga veremos uno de los duelos más decisivos de aquí al final. Tras él, sólo diez jornadas...

Las cuentas están claras para los de Sandoval: hay que ganar. Urgentemente. Nueve puntos les separan de la permanencia, y la posibilidad de que sean doce al terminar la jornada es simplemente aterradora. Con seis, o incluso manteniendo los nueve, se mantiene la ilusión. Por encima de la decena, y con diez encuentros por delante, costaría mucho creer y hacer creer. Si alguien puede, es Sandoval y la ilusión que intenta inculcar desde que ha llegado. Pero no hay mejor combustible que las victorias, y hay que empezar a llenar ese depósito. Conseguirlo parece casi tan caro como el del coche. 

Con la previsión de agotar las entradas por tercer encuentro consecutivo, el Fuenla volverá a estar arropado. No están los lesionados Jano, Juanma e Iban, ni un Kante que apura su recuperación. En principio, todos los demás están a disposición. Por parte del Málaga, es probable que Nacho González recupere a Peybernes. 

Los malagueños están en una mejor situación que el Fuenlabrada, pero siguen mirando de reojo a la zona de descenso. Tienen 37 puntos, y les separan siete del peligro. Son el tercer equipo menos goleador de la categoría, siendo el segundo el Fuenla. Han puntuado en los tres últimos partidos, sumando cinco puntos de nueve, y eso les permite tener una mínima tranquilidad. Eso no hace que estén relajados, pues su objetico es terminar la temporada sin sobresaltos después de muchos meses de tensión con cambio de entrenador incluido.