El Fuenla se mide al Leganés (sábado, 20:30) pero después vienen Mallorca y Espanyol

Butarque como arranque de una trilogía difícil para el Fuenla

El Fuenlabrada afronta en las próximas tres semanas un calendario de partidos que puede marcar para bien o para mal la recta final de la temporada. El camino comienza en Butarque este domingo, pero después hay paradas con el Mallorca, el Espanyol, Zaragoza y Ponferradina. Cinco encuentros que podrían decidir si los de Oltra terminan la temporada con tranquilidad o habrá que jugársela con los rivales directos por debajo. 

El primer rival es el Leganés de Asier Garitano. Desde que el vasco cogió las riendas del equipo, hace ocho partidos, los pepineros han encontrado su rumbo y se han convertido en un conjunto tremendamente fiable: seis victorias, un empate, una derrota. En su estadio los datos llevan siendo buenos toda la temporada, con sólo dos pinchazos y un empate, y el resto de los encuentros se cuentan por triunfos. Sólo cuenta con dos bajas, las de Silva y Avilés, y recupera a Omeruo. 

Si el Leganés es un claro candidato al ascenso directo y lo está peleando, el Fuenlabrada se ha acostumbrado a vivir con cierta calma en la mitad de la tabla. Punto a punto, los pinchazos a su alrededor y a su espalda han hecho que se mentenga relativamente a salvo. Pero ahora está más cerca del descenso (7 puntos) que del playoff (10), y vienen partidos duros por delante. Hay que sumar, y si es de tres mejor. 

Y habrá que intentarlo sin Sekou, Iban Salvador, Kante ni Pol Valentín, que continúan lesionados. Tampoco estará Pathe Ciss, expulsado ante Las Palmas, pero sí vuelven Diéguez y Glauder y es probable que lo hagan como titulares. Dependerá, en parte, de la disponibilidad de Mikel Iribas, tras las molestias que le impidieron jugar el último partido. 

En la primera vuelta (que parece muy lejana, pero fue a principios de enero), el partido en el Fernando Torres quedó 0-0. Un duelo en el que ya nada es igual, empezando por los banquillos. Ni José Ramón Sandoval ni José Luis Martí son los técnicos de ambos equipos. Tampoco está Kante, que no transformó un penalti en dicho encuentro. Dos equipos, por tanto, que son distintos a lo que eran entonces pese a que sus objetivos no han cambiado.