Opinión

Alianzas empresariales: avanzar pero no a ciegas

Vivimos en un mundo globalizado, donde la interrelación y la cooperación comercial entre países se profundiza cada vez más. Si esto ocurre a nivel de Estados, por qué no en el mundo corporativo de los negocios. De hecho, con mayor frecuencia vemos que empresas se vuelven aliadas basadas en visiones y objetivos comunes que, al compartirlos, se convierten en fortalezas para las partes.

Las alianzas con otras compañías se dan fundamentalmente por la necesidad y conveniencia de unir esfuerzos para actuar en un mismo mercado, minimizar riesgos, obtener mayor capacidad de inversión de capital, compartir tecnología, minimizar las debilidades, potenciar las fortalezas y ganar clientes.

Un factor ahora a considerar es la pandemia de la COVID-19, que ha tenido un impacto severo sobre la vida de millones de personas en todo el mundo y golpeado fuertemente a la economía a nivel global y, en consecuencia, a las empresas y su actividad productiva.

Así que no está de más seguir buscando vías para superar la crisis, y establecer alianzas -claro, evaluando la conveniencia o no de dar un paso tan importante- podría ser una opción. Aunque puede despertar cierto recelo en las empresas tener que compartir información, procesos, experiencias, clientes y aspectos organizacionales, hay una serie de beneficios que no deberían perderse de vista.

En el contexto actual, con las alianzas estratégicas las compañías pueden potenciar su crecimiento, al lograr mayores ingresos debido al aumento de valor de los productos y servicios que ofrecen, además del incremento de las ventajas competitivas mediante este acuerdo comercial. También blindan sus mercados frente a los competidores y pueden publicitarse mutuamente.

Ahora, no se trata de dar un paso a ciegas. Las empresas que decidan enrumbarse por ese camino deben ser minuciosas. Lo primero es identificar y conocer a el aliado potencial y la mejor manera es consultar la opinión que sobre él tienen sus clientes con respecto a la seriedad y confiabilidad. No hay que olvidar que este tipo de relación se basa en la confianza y credibilidad mutuas.

Pero lo más importante para la empresa que estudia aliarse es realizar un análisis detallado acerca de si realmente quiere y es conveniente adoptar esa modalidad. Al fin al cabo, la idea de la alianza comercial -sea online o presencial- es que se mantenga a largo plazo. Es así como se podrá avanzar.

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