El infierno existe y el Barcelona lo ha conocido esta noche de manera brusca. Después de este varapalo el barcelonismo ha vivido en apenas dos años dos de las páginas más negras de su historia. Dos remontadas que parecían imposibles y menos ante un equipo liderado por Messi. Pero la remontada del Liverpool por 4-0 ha dejado la “matanza” de la Roma en una simple broma.
Pero la realidad es que el Liverpool fue mejor que el Barcelona en todo el momento llevando el dominio desde el inicio. Pero solo hacía falta ver el contexto idílico en el que se desarrolló todo, con un Anfield entregado. El Liverpool es un digno finalista y ahora el futuro de Valverde es más incierto que nunca. Las bajas de Firmino y Salah parecían poner todo de cara para los azulgranas.
El partido comenzó con un fallo estrepitoso de Jordi Alba, un mal pase hacia atrás terminó en los pies de Henderson que buscó portería y al rechace Origi hacia el 1-0 que daba “alas” al Liverpool. Pero al gol se sumó la buena presión del conjunto de Klopp y la mala salida de balón de los de Valverde. Dos minutos después Ter Stegen salvó el 2-0.
Después del gran inicio de los locales el Barcelona comenzó a controlar el partido hasta el descanso incluso con alguna ocasión. Pero la segunda parte fue otra historia.
Tras el descanso entró Wijnaldum por Robertson, lesionado tras una patada de Luis Suárez en los últimos minutos de la primera parte. Milner retrasó su posición, pero casi nada cambió en el guión del partido.
En el minuto 53 todo volvió a ponerse color negro, tras un nuevo fallo de Jordi Alba, Wijnaldum hacia el 2-0. El Liverpool ahora creía más que nunca en la remontada. De forma seguida llegaba el 3-0 de Wijnaldum a pasa de Shaqiri.
El Barcelona no estaba eliminado, seguía necesitando un gol para evitar la prórroga. Por lo que no se entiende lo que pasó en el minuto 78. Alexander-Arnold saca rápido un córner sin que nadie del Barcelona esté mirando el balón y Origi marca el 4-0 a placer. Lo que Klopp veía imposible y entre risas en la previa se hizo realidad y el Barcelona queda de nuevo eliminado de forma cruel pero a la vez, merecida.
