La actriz norteamericana, Jennette McCurdy, ha publicado recientemente sus memorias, un duro libro al que ha titulado "I'm glad my mum died", "Me alegro de que muriese mi madre". En él, habla de lo complicado que fue grabar la popular serie adolescente de iCarly, donde interpretaba a Sam, y cómo eso afectó a su desarrollo emocional siendo una pre-adolescente.
El título no deja lugar a la imaginación. En el libro, McCurdy cuenta lo difícil que fue relacionarse con su madre, la cual controlaba cada movimiento de su carrera, causándola una ansiedad extrema y un aislamiento personal grave. La actriz, de ahora 30 años, contaba que siempre había querido dejarlo, porque no le gustaba nada su profesión. Se retiró oficialmente en 2021.
También podemos leer cómo McCurdy tuvo que lidiar con problemas con la alimentación, adicciones y malas relaciones amorosas, y cómo esos problemas se volvieron más graves tras la muerte de su madre en 2013, debido al cáncer. Esto ocurrió mientras la actriz estaba trabajando en la serie "Sam y Cat", la secuela de iCarly, junto a Ariana Grande.
En el libro, nos cuenta también la importancia de su relación con la protagonista de la serie, Miranda Cosgrove, la cual daba nombre a la serie con su personaje 'Carly'. "Adoro a Miranda, y siempre lo haré. Me ha ayudado a crecer como persona y a curarme como persona, y espero haber podido hacer lo mismo por ella. La quiero mucho."
Pasándolo mal en el set de rodaje, su relación con Miranda fue lo único que la ayudó a mantenerse a flote y poder terminar las grabaciones. "Estoy deseando que Miranda lea el libro y me cuente qué opina de ello".
