La situación de Italia con respecto a los impuestos y las criptomonedas

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En Italia, cuando se trata de criptomonedas, criptoactivos e impuestos, el marco regulatorio de referencia está lejos de ser claro. Además, el hecho de que muchos consultores y profesionales hayan cumplido pasivamente determinadas indicaciones proporcionadas por la Agencia Tributaria Italiana ciertamente no ayuda a eliminar las muchas dudas.

Las criptomonedas representan una nueva clase de activos, totalmente diferente a cualquier otra que haya existido. La descentralización, uno de sus puntos más fuertes, es también el argumento en contra al definirla legalmente. Si no hay una autoridad central ni una jurisdicción legal, los reguladores no pueden tratarla igual que otros activos. Debido a esto, las leyes en torno a las criptomonedas varían mucho de un país a otro.

Algunos Estados han sido más permisivos, como Malta o Suiza donde comprar dogecoin o bitcoin es tremendamente fácil y las leyes son más laxas en cuanto a su tributación. Estos países alientan su uso y, por esta razón, los controles e impuestos son mínimos. Otros, como China, actúan de forma contraria. Las transacciones en criptomoneda están prohibidas o fuertemente reguladas, al igual que las casas de cambio y la minería.

En el caso de Italia, los legisladores están en un punto medio. Italia no ha establecido regulaciones sobre el uso o la minería de criptomonedas, pero sí hay impuestos sobre las ganancias. Los comerciantes de criptomonedas en el país europeo deben declarar si poseen más de 15 mil euros en estos activos. Para las ganancias por la tenencia, debe pagarse solo cuando el valor supere €51.645, equivalente a 100 mil liras. Estas reglas corresponden a las concernientes a monedas extranjeras, pues el Estado italiano reconoce a las criptomonedas de esta manera. Sin embargo, hay muchos vacíos legales en el tratamiento que da este país a los criptoactivos y que deben abordarse.

Noticias del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)

El dinero en efectivo es uno de los medios de pago más usados en Italia. Este instrumento, por supuesto, facilita la evasión de impuestos. Por esta razón, las autoridades han intentado masificar el uso de herramientas digitales, entre las cuales se cuentan las criptomonedas. Para lograrlo han dispuesto pocas regulaciones, en miras de incentivar su uso. La pandemia por COVID-19, y el riesgo de contagio a través del dinero en efectivo, ayudó a masificar otras formas de pago. Ahora, con un uso cada vez mayor de criptomonedas, se hace urgente una revisión de las leyes que rigen su comercio y tributación.

Massini Rosati, experto italiano en impuestos y fiscalidad de criptomonedas, afirma que existe mucha incertidumbre en la nación. Su argumento es que las legislaciones toman en cuenta la residencia del sujeto y el territorio donde se produce la renta. Las ganancias en moneda extranjera no se tasan igual que las obtenidas en moneda local. Pero “las criptomonedas son aterritoriales y esto hace fallar uno de los principios en los que se basa la fiscalidad”. Aunque las criptomonedas no son una moneda de curso legal en Italia, tampoco lo son en ninguna otra jurisdic

ción. Para proveer un marco regulatorio provisional, sin embargo, Italia decide reconocerlas como moneda extranjera, aplicando las tasas dichas anteriormente. A la vez, ha establecido definiciones sobre qué es un contrato inteligente y qué es una cadena de bloques.

Impuestos y criptomonedas, las reglas que faltan en Italia

En un decreto publicado en 2019, Italia define a la tecnología de contabilidad distribuida y a los contratos inteligentes. La DLT es cualquier “tecnología o protocolo que use un cuaderno distribuido (...) con una arquitectura descentralizada basada en la criptografía”. La definición se extiende sobre las características públicas de estos cuadernos para registrar datos inalterables por cualquier participante.

Los contratos inteligentes son “programas informáticos que operan en DLTs y comprometen a dos o más partes a reglas preestablecidas”. El decreto, sin embargo, no ofrece definiciones sobre qué es una criptomoneda. Tampoco se encuentran definiciones concernientes al almacenamiento, como carteras digitales o casas de cambio.

Puntos débiles

Las críticas a las definiciones ofrecidas por el gobierno italiano señalan que no toman en cuenta todos los casos. Las DLT, por ejemplo, no contemplan la aparición de redes permisionadas, en las que algún nodo pueda modificar la información. Sin embargo, el gobierno afirmó que estos términos pueden variar según se necesite.

Lo más urgente es crear una definición específica para las criptomonedas, pues no se comportan igual a las monedas extranjeras. Otro punto débil se refiere a la declaración de posesión. Al ser seudónimas, el Estado no tiene manera de verificar la pertenencia a un ciudadano. Los comerciantes pueden dividir sus ganancias en varias carteras y solo declarar una de ellas, evitando así los impuestos.

Algunos países discriminan la posesión en carteras privadas o en casas de cambio. Este factor altera el uso que se le da a las criptomonedas, sea como ahorro o como inversión. Para el caso italiano podría ser una adición importante. Es importante crear un marco regulatorio claro y específico, pero sin ser muy restrictivos, para no coartar su adopción.

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