El arrestado realizaba un contacto telefónico previo para concertar una cita y poder solucionar supuestas anomalías en el servicio. Ahí informaba a las víctimas de que se tenían que despojar de las joyas por las supuestas interferencias, momento que aprovechaba para sustraer los efectos de valor.
Al detenido se le imputan cinco hurtos y un robo con violencia, contando además con diez reclamaciones judiciales por hechos similares.
Las investigaciones se iniciaron en octubre del pasado año, cuando se detectaron varias denuncias que coincidían en un mismo modus operandi, lo que llevo a los agentes a pensar que podría tratarse de un mismo autor.
El detenido se ganaba la confianza de las víctimas hasta que le permitían el paso al interior de las viviendas y, una vez dentro, les realizaba una encuesta sobre el funcionamiento de los aparatos de asistencia. Allí les explicaba que existían interferencias provocadas por los objetos de metal, como joyas y dinero en metálico, por lo que les pedía que le entregasen todos esos efectos (anillos, pendientes, cadenas).
Más tarde los agentes realizaron un dispositivo para la identificación y localización de este varón. A principios de este mes de abril, gracias a la labor de la Brigada Provincial de Policía Científica, se logró la confirmación de la implicación de este individuo en nuevos hechos delictivos.
Finalmente, y a pesar de la dificultad que conllevó la investigación puesto que cambiaba de domicilio constantemente, se consiguió detener a principios de este mes de abril.
