La audiencia de 'Gran Hermano VIP' salva a Karina de se expulsada

Karina es salvada por el público de manera unánime y queda exenta de la expulsión
photo_camera Karina es salvada por el público de manera unánime y queda exenta de la expulsión

Pese a sus limitaciones dentro de la casa de Gran Hermano VIP 8, Karina ha conseguido meterse a todo el público del programa en el bolsillo. Además de tener a toda la casa a su favor, la cantante andaluza ha oído y visto en primera persona que la audiencia está con ella.

Un raquítico 4% de los telespectadores han votado para que la concursante abandone la casa en esta primera expulsión, lo que se traduce en un apabullante 91% del apoyo, ya que ese porcentaje es el que se reparten Álex Caniggia, Luca Dazi y Zeuz Montiel para convertirse en el primer eliminado de esta edición.

"¡Muchas gracias! ¡Muchas gracias!", atinaba a decir una emocionadísima Karina, que fue catapultada por incontables abrazos por parte de todos los compañeros de Guadalix de la Sierra, mientras un extenso y sonoro aplauso se colaba en la casa, por parte de los espectadores presentes en el plató de Telecinco.

"¿Esto te da fuerzas para seguir?", quiso saber Marta Flich, después de varios bajones que ha evidenciado estos últimos días por sentirse en desigualdad de condiciones frente a la juventud de la casa. "¡Por supuesto que sí!", respondía entusiasmada la artista, aun con lágrimas en los ojos de vivir en directo todo el apoyo de la audiencia.

Un "trofeo" en forma de salvación, como ella misma lo ha querido llamar, que se lo ha dedicado a todos sus nietos, momento en el que ha vuelto a romperse. Y es que, pese a repetir que quiere continuar en el reality show de Zeppelin TV, la cantante de 'Las flechas del amor' achaca su debilidad a no poder realizar todas las tareas que quisiera, pero sobre todo a que echa de menos el día a día y a su familia.

Como sorpresa final, por si fuese poco que prácticamente todos los fieles seguidores del formato de Mediaset están de su lado, la organización la ha premiado con un objeto valiosísimo para ella: el sillón de su casa. "¡Mi sillón! Seguro que esto me hará estar más activa, porque puedo poner mis pies en alto", agradeció Karina, otra vez rota en llanto.

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