Todo esto es por el cambio que quiere dar Ford a su Mustang GT 500 en Europa. El último modelo que se dejó de fabricar entre 2011 y 2013 montaba un flamante V8 de 5,8l y supercompresor que encandiló a todo el público y que además contaba con nada menos que 662cv de potencia. Fue el Mustang GT 500 más potente jamás fabricado en serie. Todo un mito dentro de los Muscle car americanos.
Pero todo esto va a cambiar para entrar en el mercado europeo y la moda de buscar el motor eficiente, cero contaminante y a nuestro parecer, descafeinado. Esos coches están muy bien, son lo ideal para el día a día, para ir a trabajar. Pero si haces un Muscle car y lo traes a Europa... no puedes empaparte de las corrientes híbridas pues perderá su esencia.
Montará un nuevo V6 Ecoboost, un motor de seis cilindros y sobrealimentación con una potencia cercana a los 700 caballos. Sí, de nuevo sería el GT500 más potente y rápido, pero sin la esencia V8 que tanto ha calado entre los aficionados. En todo caso, todo un escaparate tecnológico de Ford. Perdería, eso sí, algo de peso al usar un motor más pequeño.
El Shelby Mustang GT500 de nueva generación buscaría un talante radical, basando su desarrollo en los nuevos GT350 de los que recogería seguramente buena parte de su kit aerodinámico. No podemos tampoco descartar una variante R, como ocurre con el GT350, dedicada a los fanáticos de los circuitos y preparada para un uso intensivo en pista cerrada.
