El C.F. Fuenlabrada cosechó una importante derrota en su propio campo ante un Rayo Majadahonda que, en términos generales, fue inferior. 0-2 para los visitantes, dos regalos en la retaguardia, y poco más en su haber. El Fuenla quiso pero no pudo, en un día horrible de la línea defensiva. Basilio volvió a casa salvando los puntos para su equipo.
El Fuenlabrada ha vuelto a dar un pasito hacia atrás cuando menos se esperaba. En una mañana rara, un día gris y ventoso que contagiaba el ambiente, más calmado de lo habitual. Luego el desarrollo del partido haría subir los decibelios, calentando a la grada.
Hay que decir que los aficionados tienen motivos para irse descontentos del Fernando Torres. Comenzó mal el Fuenla, descentrado y apostando por balones largos que se llevaba el viento irremediablemente. Como tampoco encontraron la comodidad tocando por bajo hasta los quince minutos finales, el Rayo Majadahonda estaba razonablemente cómodo. Y más con el gol a favor, que consiguieron con el primer fallo grave de la mañana. Un balón peinado hacia el área que supera a los defensas, con los que tampoco se entiende Isma Gil (que no sale) y De Pedro remata cruzado para abrir el marcador.
No sería resaltable hablar de un fallo atrás si hubiera sido el único, pero el problema es que se convirtió en la tónica general. Malos controles, rechaces directamente entregados al rival (una decena de veces) y algún que otro fallo de coordinación es lo que vimos de los centrales, desconocidos en este partido.
El Fuenlabrada se marchó al descanso siendo mejor, teniendo alguna ocasión clara y fallando atrás; y el esquema se repitió en la segunda mitad. Poco después de empezar un rechace flojito de San José, de espaldas, corto, y hacia el centro se convirtió en un regalo para Portilla, que estaba solo.
0-2 y a seguir penando por los errores cometidos, intentando arreglarlos en ataque. Pocas veces volvió a pasar el Rayo Majadahonda del centro del campo, con un Fuenla que se centró en atacar con todo lo que tenía con más voluntad que acierto. La fe mueve montañas, pero en este caso la montaña era un muro y se llamaba Basilio. Entre las ocasiones en las que los azulones finalizaron mal y las que sacó el siempre querido guardameta rival (tres o cuatro) el marcador no se movió un ápice, ni cuando Morientes metió a Dorian y Salvi para dar más mordiente ofensiva.
No fue un buen día para el C.F. Fuenlabrada, que dominó sin jugar bien, atacó sin acierto y se desangró por una defensa que, al principio del campeonato, era de las más seguras. O el equipo demuestra que su entrenador se equivoca, o será cierto que hay que revisar los objetivos del conjunto. Llegar a los puestos de playoff exige mucho más.
FICHA TÉCNICAÁRBITRO: Sebastián Ripoll Solano. Cuando el trío arbitral está más preocupado de vigilar la banda y los banquillos que el terreno de juego, pasan estas cosas. Muchas faltas quedaron sin pitar, constantes llamadas de atención a Fernando Morientes, faltas de respeto a los jugadores...y el técnico local y su preparador físico expulsados de forma muy dudosa.
GOLES: 0-1 De Pedro, min.13; 0-2 Portilla, min.51ONCE DEL C.F. FUENLABRADA: Ismael Gil, Anuarbe, Carrasco, San José, Guillén, Rovirola (Tello 71'), Borja Díaz (Dorian 59'), Noguera (Salvi 71'), Borja Sánchez, Jorge Ortiz, MatasONCE DEL RAYO MAJADAHONDA: Basilio, Lorente, Oliva, Iñaki, De Pedro (Sergi 85'), Fabri, Rubén, Jorge Luis, Rubén Blanco (Quique Vázquez 79'), Portilla, Álex (Jorge Félix 89')
