El espíritu del 2 de Mayo, fiesta de la Comunidad de Madrid

El levantamiento espontáneo de los madrileños contra las tropas francesas y los acontecimientos ocurridos el 2 de Mayo de 1.808 en Madrid, son el origen de la festividad del Día de la Comunidad de Madrid. En este día todos los años se suceden homenajes.

La celebración del Segundo Centenario en 2008 protagonizó un espectáculo en la Plaza de Cibeles del grupo teatral La Fura dels Baus, en el que se narraban los antecedentes históricos del Levantamiento y los fusilamientos del 3 de mayo. También se llevaron a cabo otras actividades culturales, en la capital y en Móstoles, como la colocación de una ofrenda floral a los héroes del 2 de mayo en el cementerio de la Florida, un desfile en la puerta del Sol con la colocación de una corona de flores a las placas de agradecimiento a los que lucharon el 2 de mayo de 1808, así como a los ciudadanos que ayudaron a las víctimas del atentado del 11 de marzo de 2004, y una ceremonia de entrega de premios en la Sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

Historia del 2 de Mayo

El 27 de Octubre de 1807 se firmó del Tratado de Fontainebleau por el cual España permitía el paso por tierra a las tropas napoleónicas con el propósito de conquistar Portugal, fiel aliado de Inglaterra, pero las intenciones francesas fueron bien distintas que pretendían anexionar la corona española al Imperio Napoleónico.

Tras el motín de Aranjuez provocado por la huida de la corte española hacia el sur, la presencia francesa se hizo aún más fuerte en el territorio español, además Carlos IV fue obligado a abdicar en favor de su hijo Fernando VII. La tensión y el enfado del pueblo español iba creciendo al no estar de acuerdo con la presencia francesa, sobre todo en Madrid.

Napoleón obligó tanto a Carlos IV como a Fernando VII firmar las Abdicaciones de Bayona en las que ambos renunciaban a su poder real en favor de Jose Bonaparte (Jose I de España), hermano de Napoleón. Con Carlos IV y Fernando VII retenidos en Bayona, tan solo unos pocos miembros de la corte quedaban ya en Madrid.

¡Que nos lo llevan!

Motín de Aranjuez

El 2 de Mayo de 1808, una multitud de ciudadanos se agolpó a las puertas del Palacio Real ante los rumores de la posible partida de los últimos miembros de la corte española a Francia. Cuando soldados franceses se llevaban al infante Francisco de Paula, un grito encendió la mecha de las hostilidades, Jose Blas de Molina gritó ¡Que nos los llevan! y acto seguido la gente comenzó a intentar asaltar el Palacio Real, el levantamiento del 2 de Mayo había comenzado.

Al ser un levantamiento espontáneo, las armas y la organización eras escasas. En un principio la población solo contaba con armas rudimentarias, navajas, cuchillos de cocina y demás objetos punzantes que tuvieron que enfrentarse a los soldados mejor equipados de la época con potentes armas de fuego y artillería y lanzas y espadas profesionales. Durante las primeras horas del levantamiento a la par que se propagaba la insurrección, el pueblo madrileño asaltó armerías de las que se sustrajo todo tipo de armas, armas que mucha gente apenas sabía utilizar.

Para mitigar el problema de las desorganización, se constituyeron partidas de barrio comandadas por líderes improvisados que basaban su liderazgo en cualquier tipo de preparación militar anterior.

En un principio se trató de impedir la entrada de más tropas francesas en las ciudad pero para cuando los sublevados llegaron a las puertas de la ciudad de Madrid, la mayor parte de las fuerzas francesas al cargo del General Murat (unos 30.000 hombres en total) habían ya entrado en la ciudad.

Una vez las tropas francesas estaban ya en la ciudad la lucha se anarquizó quedando focos de resistencia dispersos por todo Madrid. Mientras los madrileños combatían, las madrileñas auxiliaban a los heridos o colaboraban en acciones, suministrando recursos, lanzando objetos desde las ventanas o incluso luchando, llegando a utilizar hasta agujas de coser como armas.

Las tropas no tuvieron piedad a la hora de reprimir las protestas, entre todas sus acciones destacó una en especial, La Carga de los Mamelucos, una tremenda carga por parte los mamelucos, tropas de élite venidas desde Egipto. El mismísimo Goya, famoso pintor español se encargó de reflejar estos sangrientos hechos en su cuadro "La Carga de los Mamelucos" el cual es un fiel reflejo del caos que fue Madrid durante aquella jornada.

La resistencia en cambió era feroz, y las tremendamente superiores fuerzas napoleónicas tuvieron serias dificultades para sofocar la protesta, viéndose en serios problemas sobre todo a la altura de la Puerta del Sol y de la Puerta de Toledo en la que los sublevados resistieron tan feroz como heroicamente las constantes envestidas del ejército francés.

Fusilamientos del 3 de Mayo

Fusilamientos del 3 de Mayo, pintado por Goya

Al día siguiente el 3 de Mayo con todos los focos de revuelta ya sofocados en Madrid, se llevaron a cabo los fusilamientos del 3 de Mayo también ilustrados por Goya. Todo aquel sospechoso de haber participado en la revuelta, bien porque llevaba algún tipo de arma o por haber sido identificado, era fusilado sin previo juicio o con un juicio pantomima en el que ni si quiera el arrestado tenía la posibilidad de defenderse. De esta forma muchos madrileños y habitantes de localidades cercanas fueron fusilados.

El levantamiento del 2 de Mayo fue un fracaso ya que Madrid no consiguió expulsar al invasor francés y la revuelta fue sofocada, pero si triunfó plantando la semilla y sembrando la combatividad en todo España, comenzando de esta forma la Guerra de la Independencia, en la que ya sí participó activamente el Ejército español que conseguiría alguna importante victoria como la de la Batalla de Bailén (primera derrota de un ejército Napoleónico). A su vez, el grado de heroicidad que consiguió la revuelta, inspiró a decenas de miles de españoles que se encuadraron en las llamadas guerrillas, fundamentales para hostigar a las fuerzas francesas y a la postre vital para acabar con toda presencia gala en España.

Fuente: Grandes batallas de España

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